Tomando un cafe (Libre)

Normalmente nunca salgo de la tienda de mascotas, mas que todo porque ahi estoy muy comodo leyendo en mi habitacion y fumando sin que nadie me estorbe o reclame por el humo. Como decia, normalmente nunca salgo de aquel lugar pero resulta que me encontraba aburrido, ya me habia leido la mayoria de libros que tenian en aquel lugar (bueno cuando se tenia mucho tiempo libre y una biblioteca escasa de libros era facil leerselos todos).

Lo cierto es que como estaba aburrido decidi salir ademas que cambiar de ambiente no era tan malo, por lo que camine sin ningun rumbo, pero a estas alturas ya estaba cansado (quien no se cansaria si estuvieras caminando todo el dia?), vi una pequeña cafeteria a lo lejos, un perfecto lugar para descansar un poco de mi caminata sin rumbo.

Al llegar las personas se me quedaron viendo, realmente todo el dia fue lo mismo y es que era extraño ver a una persona con orejas y cola de gato moviendolas de lo mas natural, como siempre ingore esee hecho porque no estaba de animos como para ponerme a explotar a todas las personas con mis amados explosivos.

Me adentre al lugar maldiciendo por lo lleno de personas que estaba, buscando una mesa libre ya que todas estaban ocupadas, di un suspiro de alivio al ver una mesa desocupada por lo que rapidamente me aventure para sentarme antes de que la ocuparan. Por suspuesto que quedaban varias sillas vacias pero no importaba lo unico que queria era un buen cafe o un refresco.

Salí de la casa nuevamente, el griterío que había dentro me ponía los pelos de punta, y como mi hermano mayor siempre espera de mi que me ponga a estudiar, decidí salir de ese calvario con la excusa de que me iba a la biblioteca a estudiar anatomía un rato. Me felicitó y luego me dejó salir sin ningún problema.
Soltando suspiros de alivio, me dirigí al café de un par de cuadras de mi casa. Ahí siempre solía haber mucha gente, pero por ser sábado, hoy rebalsaría el local.
Al llegar, nadie me prestó atención, el murmullo era tal, que ni siquiera algún mozo escuchó la campanilla de la puerta anunciando mi llegada; no me importó, pues, luego de dos segundos, me vi obligado a tener que ver dónde me sentaría. Localicé un lugar con la mirada, cerca de un joven que parecía esperar pacientemente que le atendieran. Me acerqué y me senté en la mesa delantera a esa que estaba el joven, miré por la ventana un momento, con una sonrisa pacífica y luego me dediqué a esperar a que me atendieran jugando con la copa que estaba allí.
Luego de un rato, me harté de ver tanto movimiento afuera y adentro del local -¿Qué rayos? Mañana nos moriremos todos y por eso se apuran a consumir? -Dije en voz alta, pero para mi mismo. No quise que se saliera de mi, pero simplemente mis cuerdas vocales actuaron antes que yo. Suspiré nuevamente y ya con el ceño algo fruncido, saqué un libro de mi pequeño bolso; uno que me habían dado en el colegio, titulado Cronicas Marcianas.
Adelanté dos capítulos y no pude mas, porque leer a la luz del día con páginas tan blancas, simplemente me destrozaba la visión. Dejé el libro sobre la mesa colocándole un marcador, y luego me dediqué a tontear, mientras, parecía que ya todo estaba más tranquilo. Miré a mi al rededor una vez más, con la mano apoyada en mi mentón, hasta que mis ojos calleron en el chico de enfrente. Tenía el ceño fruncido, parecía de malas, su cabello era plateado y tenía cola y orejas de gato; eso me llamó tanto la atención que me lo quedé viendo imprecionado un momento, pero, valla a saber, nadie es dueño de decidir cómo es~ Simplemente lo hace. No quise incomodarle, así que, simplemente le sonreí sin que me viera y luego me dediqué a darle por fin mi pedido al moso.

Estaba a punto de largarme de aquel sitio... LLEVABA MEDIA HORA!! MEDIA HORA!!! y nada que me antendian, digamos que la paciencia no era lo mio pero es que media hora en un lugar sin ser atendidos era como para que cualquiera se molestaria y se pararia.

Maldita la hora en que llegue a este sitio, pude haberme ido pero tenia ganas de tomarme algo despues de aquella salida sin rumbo fijo, estaba furioso e impaciente, mi mano en la mesa golpeandola suavemente mientras esperaba a que alguien se diganara pero parecia alguien invisible.

Noto como alguien entra y se sienta en una mesa frente mio, bueno no me importo mucho pero al cabo de... 10 minutos le atendieron!! y a mi nada!!! JODER!!! ESO SI ME MOLESTO!!! Es que acaso por tener cola y orejas de gato no me antendian!! Yo no queria esto!! maldicion y ahora tenia la vista de la persona frente mio quien me dirigio una sonrisa, lo mire de reojo como no prestandole atencion pero se notaba que me miraba por mi extraña apariencia.

Despues de un rato que no me atendian me levante ya no iba a esperar mas para que los putos de aquel sitio me atendiesen

-Mozo, po ravor, atienda a ese chico~ Estaba incluso antes que yo y aún no lo han atendido. - le pedí al ver que el joven comenzaba a levantarse de la silla. No quería que se fuera, por lo general, no me gustaba la injusticia, quiero decir, tenia orejas y cola de gato, ¿y qué? Yo tenia una cola de incubo bien guardada y no tenía nada de malo. Si no lo atendían pronto, me pondría a pelear con alguno de ellos, los del café, o...ese lugar.

Mire al chico de la mesa, y gruñi internamente, no me gustaba que me ayudasen yo podia con esto aunque conociendome lo mas seguro es que explotase la tienda y eso no seria muy bueno. Bufe molesto tanto con el chico como con los inutiles de este cafe.

No tardo ni 5 minutos cuando ya alguien, nervioso? Ofrecia disculpas que la tienda estaba full y toda la cosa, yo solo rode los ojos y volvi a sentarme pidiendo un refresco para relajarme, mi vista se mantenia fija en aquel sujeto que me habia ayudado gentilmente.

Frunci el seño, significaba que le debia un favor y yo odiaba deber favores, antes de que el mesonero se fuera le susurre al oido que todo lo que pidiera aquel joven corria por mi cuenta, el asintio y al parecer le dio el mensaje, aunque yo en ese instante me quede mirando un cuadro en la pared, para que no se fijara en mi rostro

Abrí los ojos como platos, no esperé que un desconocido hiciera tales cosas, quiero decir, sólo era un favor.
De modo tal, que, me paré de donde estaba, con un poco de rubor en mis mejillas y la sorpresa que de mi cara no se iba; me salí de la mesa y me paré en frente de la del chico.
-Oye, enserio, no hace falta que hagas eso...~ Digo, solo te quise hacer un favor u//u V-vi que estabas..bueno...nervioso y aspectante, y no aguanté mas y por alguna razón quise que te atendieran~ Pero enserio, no hace falta que...bueno..eso~ Además, yo solo aceptaría eso de una sola forma~ Y no es esta, igual, muchas gracias -traté de decirle, que entre el nerviosismo y el rubor, me salieron todas las frases nerviosas, algunas que casi ni se entendieron y mi verguenza que demaciado no ayudaba hizo que me trabara la lengua barias veces. No sé porqué me ponía tan nervioso.
Me di la vuelta de una forma nerviosa y mirando hacia la ventana, me quedé sentado en silencio, esperando que me trajeran el pedido.

Rode los ojos fastidiado ante las palabras del chico igual no iba a seder ante su peticion, digamos que mi orgullo no me lo permitia asi que preferi no hacerle caso o fingir que si le tomaba atencion.

Despues de unos 10 minutos aquel mesero trajo ambas ordenes tanto la mia como la de aquel chico, a quien mire de reojo, tome mi bebida ahhh si que era refrescante!! lo que mi cuerpo necesitaba, aunque fuera poco comun en mi estaba agradecido con aquel sujeto me habia hecho un gran favor en llamar la atencion, aunque podia apreciar que el mesero no queria tener mucho contacto conmigo solo por mis orejas y colas, lo que me hacia pensar que debia esconderlas pero que mas daba no me gusta huir, ademas que esto fue producto de un estupido experimento que ya ni valia la pena mencionar

Me quedé un rato en silencio, convencido de que el chico ya se había arrepentido de hacer correr todo por su cuenta. Le sonreí amablemente y continué en lo mío un buen rato más.
Terminé mi café y me dediqué a observar que todo el mundo seguía esactamente igual a como estaba hace al menos...no se, un rato. La gente había cambiado, quiero decir, se habian ido, y otros recien llegaban; los mozos seguía trabajando y algunos me dieron bronca al ver cómo veían al chico ese, de forma tan discriminativa al que este tubiera cola y orejas de gato; le miré de reojo y seguí en lo mío. De la bronca que me había dado aquello -por más que suene una tontería- hice que mis cuernitos y cola de incubo se salieran de donde estaban y luego me dediqué a pedir la cuenta con suma tranquilidad.

Observe unos segundos mi bebida y luego al pequeño establecimiento, yo diria que era demasiado pequeño para tanta persona que entraba y salia, se podia decir que estaba que rebozaba pero poco me importaba solo me concentre en recuperarme de aquella caminata por lo que termine lo poco que quedaba de aquel refrescante liquido saborizado.

Di un suspiro de sastifaccion, me importaba un cuerno si aquellas personas se me quedaban viendo, eran estupidas y metiches pero que mas daba, por inercia observe al chico que me ayudo hace momentos detallando que esta vez... tenia una cola y cuerno? Vaya asi que el tambien era especial, sonrei de medio lado porque me resultaba interesante el nuevo descubrimiento aunque le envidiaba un poco porque podia ocultarlas, sin embargo yo no podia hacer aquello y ahora tendria que vivir con esta estupida apariencia.

Segui detallandolo al notar como pedia la cuenta, claro si creia que iba a pagar estaba loco!! yo me propuse pagarle su cuenta en agradecimiento y eso iba a hacer!! Mi vista no se despegaba de el por lo que me causaba gracia al ver como los meseros se sorprendian por su apariencia ahora ya no lidiaban con un extraño ser sino con dos, cosa que me hizo sonreir. Tambien llame al mesero que me atendia para pedir ambas cuentas y pagarlas aun despues de que aquel incubo dijera lo contrario

Sentía cómo la mirada de aquel chico no se despegaba de encima mío; me ponía un tanto nervioso, pero en si, me hacía bien que se haya dado cuenta que no era el único con una apariencia distinta. A decir verdad, yo pienso que la apariencia de uno es única e irrepetible y que obvio, como la mía, es perfecta(????); así que, por lo tanto, no me molestaba demasiado mostrarme como en realidad soy.
Cuando el chico llamó al moso, le miré fijamente y recordé que el pagaría mi parte; fundido en la verguenza, traté de interferir y detenerle, pero ya era tarde.
-Encerio, no hacía falta -le dije desde mi mesa, dedicándole una sonrisa tranquila-pero igual gracias <3 -reí.-Me gustaría devolverte el favor, qué dices? -le propuse sin sacarle la vista de encima.

Pude ver como aquel camarero se llevaba el dinero algo aterrado, pudiendo leer en su rostro el desespero para que nos fueramos de la tienda, sonrie de medio lado por su actitud pero asi eran los seres humanos temerosos a lo desconocido, por eso cuando fui uno más bien me gustaba los misterios, aunque pensandolo mejor tal vez fue por eso que experimentaron conmigo aunque no se realmente la verdadera causa de eso.

Sea como sea, observe al chico que ahora sabia era un incubo, alce mi ceja al escuchar como agardecia haciendo que mi sonrisa de medio lado aumentara - Soy yo el que agradece, asi que no me debes nada - Le dije lo que yo sentia, puesto que sino fuera por el aun estuviera esperando a ser atendido por eso no queria que me agradeciera o sino esto seria un ciclo interminable de gratitud